Sowulo presenta su nuevo trabajo Niht

Sowulo presenta su nuevo trabajo Niht

Un álbum de Folkl/Metal adaptado a nuestros días

Hace un tiempo que no tengo la oportunidad de reseñar música folk por aquí. No es muy común que nos lleguen estas promociones, pero cuando una muestra de folk oscuro, espiritualmente, se asemeja a nuestro mundo del heavy metal, de vez en cuando nos la envían. La muestra de hoy es Niht, el sexto álbum del holandés Sowulo ("sol" en protogermánico), que adopta un enfoque filosófico sobre las historias del norte de Europa. Tiene todo lo que se puede pedir de un folk oscuro sobre el papel: letras escritas en un idioma que ya nadie (que yo sepa) habla, un pequeño ejército de instrumentos que no puedo recordar solo por su nombre, y una portada inescrutable con una vaga forma rúnica. Sowulo ya está, sobre el papel, preparado para el éxito con Niht; ¿cómo le va a la música en sí? Como la mayoría de las obras de dark folk en una línea similar (Urferd, Forndom, Wardruna, por ejemplo), Niht obtiene fuerza de sus alcances en la autenticidad. El único miembro de la banda, Faber Horbach (Myrkvur), canta, toca nyckelharpa, carnyx, bouzouki y percusión acústica, con músicos invitados que contribuyen con violines, arpas, trompas y más a la obra. Los instrumentos de cuerda crean una atmósfera orquestal-folk nórdica para que Sowulo prospere, y Niht tiene muchos momentos geniales en esta línea, desde la dramática "Full Mōna", que presenta un canto gutural hipnótico de intensidad creciente, hasta la inquietante y expansiva "Swefnian". El canto áspero y gutural de Horbach, complementado por el canto invitado de Micky Huijsmans (End of the Dream), da vida a las letras anglosajonas; Su dúo en el conmovedor coro de "Nihtēagan" es uno de los mejores momentos de Niht, debido en gran parte a su entrega emocional (aunque las cuerdas también tienen un peso importante).
Por supuesto, aquí no hay metal, y muy poca influencia eléctrica. La distorsión es un sueño lejano; en cambio, la música y la producción son limpias y etéreas, en su mayor parte. "Mōnaþblōd" es una notable excepción, con elementos de electrónica que se fusionan con las inclinaciones folk naturales de Sowulo. Pero en general, se pueden escuchar todos los instrumentos y disfrutar de una escucha relativamente tranquila con influencia atmosférica. "Miċele Steorran" es un ejemplo fantástico, un tema apacible que utiliza cuerdas suaves para crear paisajes sonoros oníricos que complementan la voz de Horbach y Huijsmans. No es folk oscuro o neofolk "puro", pero las influencias son lo suficientemente fuertes como para que su poder provenga principalmente de agudos orquestales y melodías vocales emotivas, más que de cualquier tipo de pesadez. A pesar de estas magníficas cualidades, Niht aún resulta contenida, como si fuera una versión contenida de la intención original de Horbach, al menos a mi entender. Niht contiene muchos temas con mucha repetición, lo que la hace parecer artificialmente larga. "Carnyx", por ejemplo, es una exploración de casi cuatro minutos del instrumento de viento homónimo que no aporta mucho más que ambientar, deteniéndose prácticamente a mitad de Niht. Tanto la introducción como el cierre comparten este enfoque. Por otro lado, "Seolfren Sicol" está dominado por su estribillo, hasta el punto de que es lo único que recuerdo de la canción. Este es, quizás, el inconveniente de escribir canciones en una lengua muerta: las dos estrofas de la canción se parecen tanto que da la sensación de haber sido copiada y pegada en varios lugares. Con trece temas, da la sensación de que Sowulo aportó demasiadas ideas a Niht, como si hubiera demasiado álbum y muy poco a la vez. Niht logra crear una experiencia de folk nórdico auténtica y atmosférica. Es, en distintos momentos, complejo, fascinante y apasionado. Tiene momentos que no terminan de encajar, pero el conjunto es agradable y conmovedor. No había oído hablar de Sowulo antes de Niht, pero es el tipo de álbum que me hace querer escuchar más. Si necesitas un respiro de lo habitual, Niht es una opción mucho peor.

Publicado el 29/09/2025  ·  Autor: Dani Manos de Plomo